Fly Robin, Fly (S. Levay, M. Kunze, 1975)
El funk americano tuvo en Europa un equivalente, del que ya hemos hablado aquí, y que impulsó a productos de estudio como Boney M. Si aquel era una derivación necesaria de lenguajes musicales como el Soul, el sonido Munich, como se vino en llamar, fue una copia comercial de la influencia trasatlántica.
Sí, sí, esas negritas que defendían el nombre de Silver Convention (marca muniquesa respaldada por dos señores del estudio: Levay y Kunze) no son americanas. Por ejemplo, quien se hacia llamar Linda Thompson tenía un carné en el que ponía Linda Uberherr; su socia Penny McLean nació como Gertrude Wirschinger y Ramona Wulf sí que era Ramona, pero su apellido era Kraft, como la mayonesa y los lubricantes. Anda ¿y cómo se me ocurre esto a mí ahora?
No era casualidad que con tanto americano por la RFA pasaran estas cosas.
Fly, Robin fly
Fly, Robin fly
Fly, Robin fly
Up, up to the sky
Fly, Robin fly
Fly, Robin fly
Fly, Robin fly Up, up to the sky.
(“Vuela Robin, más alto que el cielo, etc…”)
http://www.youtube.com/watch?v=GRsW2qiLIXI&feature=related
StakanovDj
Hasta mañana
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