Enero 26, 2009Relojes en la oscuridad (A. Vega, 1985)
La letra la podía haber firmado Santiago Auserón, pero esta vez traemos el texto más elaborado del poeta maldito Antonio Vega. Juega con su historia de amor en un Universo ahistórico y sin flecha del tiempo, plegable sobre si mismo, totalmente vinculado con la dimensión espacio-tiempo concebida por Einstein. Pero, hay que joderse; a pesar de ello, hay relojes que siguen colocando las cosas antes y después de un ahora inaprensible.
La pieza es una concesión al electro pop por parte de una banda mainstream, su nombre no engañaba, que coló varias cosillas en las listas de éxitos. Un grupo que musicalmente era mejor cuando componía Nacho García, dentro de su pretendida consideración comercial, claro, pero que podía tocar el cielo con los textos de Antonio, cuya deriva final es esencialmente letrística, sin mayor trascedencia como compositor. Podríamos decir que ambos primos eran un complemento perfecto dentro de cualquier banda, pero los mayores éxitos de Nacha, dentro de su contexto como banda de pop comercial, se basaron en la fórmula menos alambicada y desenfada que podía concebir el primo del chico triste y solitario.
La canción no resiste bien el paso del tiempo; tiene la culpa esa base forjada por el sintetizador, que ha sido sustituida en conciertos recientes por la fuerza del power trío, y una guitarra, la de Antonio, que no se sabe como suena aún. Os dejo para hacerlos la idea una versión en directo, de menor calidad en cuanto a sonido, pero que, aun así, hace más justicia al tema.
Puede ser todo una mentira
bien adornada,
letra para una canción
qué más da si fue pasado o no.
Sólo me encuentro en mis papeles
locos que piensan,
salen de un circo inmortal
y me enseñan lo que ignoro de ti.
No cambiaría jamás
este universo informal
donde crecen las semillas de lo absurdo y lo genial,
donde el hierro se retuerce y se convierte en lo esencial.
Tengo un reloj de treinta horas
se pone en marcha al escribir,
cuando se va la noción
y me acerco lentamente a ti.
Como un torrente poderoso,
mezclado el barro con el cristal,
emergen hasta el papel
y cobran forma, la locura y la paz.
No cambiaría jamás
este universo informal
donde crecen las semillas de lo absurdo y lo genial,
donde el hierro se retuerce y se convierte en lo esencial.
Mundo que fue, por no dejar de ser será,
mi habitación de hotel con ventanas al mar.
Oigo tu voz pedir lo que nunca existirá
a fuerza de recordar lo que no llego a pasar.
He aprendido a ser una pieza más
un eslabón en la oscuridad.
Hay una forma de parar el tiempo
desordenando la evolución
y en la prehistoria encontrar
esos ojos que no puedo olvidar.
No me da miedo lo que tú me digas,
ni esas historias del más allá,
sólo me asusta escuchar
los relojes en la oscuridad.
http://www.youtube.com/watch?v=YjS-XHXLTOo&feature=related
(Clip)
http://www.youtube.com/watch?v=G4mvKPYTx5w
(Directo)
StakanovDj
Hasta mañana