sábado, 28 de febrero de 2009

Prefiero el trapecio

Febrero 27, 2009
Prefiero el trapecio (M. Garcia 1998)

No se trata de reducir al García a la condición de sustrato arábico, ya que su continuidad ha sido más aplaudida que la del Portet, refugiado al abrigo de un país musical más pequeño. Pero eso no quiere decir que haya que apurar el trago hasta el fondo y tomarnos un sorbete de pop con cadencias aflamencadas. Podemos recurrir a fórmulas más ambiguas y, afortunadamente, menos ajenas al gusto musical de quien no goza con las rumbas a medio tiempo.

"Prefiero el trapecio" combina un texto magistral con un tema en el que no se percibe ningún abuso morisco (que estos están bien para quien los goce); de hecho, me temo que la tendencia de García hacia su monte particular le ha relegado al espacio vital menos relevante comercialmente hablando de los cantautes (ya tiene pasta suficiente, aunque tenga fama de ahorrador). Es posible también que su deriva tuviera fundamento en la irrupción de descarados imitadores como La caja de pandora, cuyo éxito fue comparable al del noi del Poble Nou.

Con un día de retraso ahí la dejo. Ayer fue un día imposible. Todos los tenemos.

Con las hermanas Gilda duermo en una cama grande.
Bailamos con las canciones del Sisa y el Peret.
En un edificio con ventanas sin cristales,
Carpanta y yo vivimos a base de latas de calamares.

En el trece, rue del Percebe, vivo en la ausencia del deseo canalla.
En la indigencia del garfio y la pata de palo.
Y si la vida es un sueño, como dijo algún navegante atribulado, prefiero el trapecio para verlas venir en movimiento.

Voy viviendo a mi manera.
Si conviene regando.
Pa' que crezca la higuera.
Pa' que crezca y de sombra, pa' que dé sombra y frutos y muchas primaveras, y muchas primaveras.

Ante una hoguera que alimento con muebles de algún desalojo indecente, me caliento junto al Correcaminos, Rompetechos y otros colegas. En fin, buena gente.

Somos gente ficticia. Náufragos urbanos.
Perdidos, renegados, inadaptados, olvidados.
Gente ficticia, gente fetén si el mundo fuese de cartulina.
Prefiero el trapecio para verlas venir en movimiento.

Caballeros de bombín gastado. Calcetín a rombos.
De guante roto. De bufanda mugrienta en las húmedas noches de marzo.

Como el lindo gatito fracasamos invariablemente para diversión del personal que nos mira de reojo.

Y como el Coyote, nunca llegamos a la hora, ni al lugar, ni en el momento preciso.

http://www.youtube.com/watch?v=SkiPGRgfCIM

StakanovDj
Hasta mañana

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