Sweet home Chicago (Robert Johnson, 1937)
La héjira de la población negra hacia el norte, dejando los viejos estados esclavistas, comenzó a finales de siglo XIX, coincidiendo con la implantación de la electricidad en las industrias cercanas a los grandes lagos, y proliferó con el estallido de la industria del automóvil. Una población negra masacrada y convertida desde su origen en máquinaria humana, empezaba paulatinamente a abrirse camino dentro de un Estado temeroso por haber dejado libre a su fuerza de trabajo; una fuerza de trabajo gratuita que había propiciado una acumulación de riqueza que hizo de los EEUU una de las naciones más prosperas del planeta.
La población afro americana aprendía a leer y a escribir, las 4 reglas e iniciaba su lento proceso de emancipación, lo que derivó en un nuevo imaginario para el blues, que se abrazó la vida en la ciudad, a las drogas, al abandono familiar, a las relaciones frustradas, al fracaso laboral etc. Una muestra primordial de este viraje del algodón al hierro lo encontramos en este Sweet Home Chicago de 1937, reedición de un canto tradicional y adaptado a los nuevos tiempos, presididos por una segunda esclavitud de la que nunca podrán recuperarse del todo a causa de una población blanca que aun teme ese ascenso y ese emergente poder.
Well, one and one is two
Six and two is eight
Come on baby don't ya make me late
Hide hey
Baby don't you wanna go
Back to that same old place
Sweet home chicago
(“Pues sí, uno y uno son dos
Seis y dos, ocho
Vamos nena no me retrases
No quieras volver al mismo viejo lugar
Dulce hogar Chicago”)
http://www.youtube.com/watch?v=apWm5lRkejM
StakanovDj
Hasta mañana
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