So here I am in London town,
A better scene I’m gonna be around,
The kind of music that won’t bring me down,
My life is just a slow train crawling up a hill.
Every morning (a)bout half past eight,
My Mama wakes me says,
”Don’t be late”,
I get to the office, tryin’ to concentrate,
My life is just a slow train crawling up a hill.
So I stop one day to figure it out,
I’ll quit my job without a shadow of a doubt,
To sing the blues that I know about,
My life is just a slow train crawling up a hill.
Minute after minute,
Second after second,
Hour after hour goes by,
Working for a rich girl,
Staying just a poor girl,
Never stop to wonder why.
“Aquí estoy en Londres
Envuelta en una escena mejor
El tipo de música que no me deprimirá
Mi vida es como un tren remontando una colina
Cada mañana sobre las 8:30
Mi madre me despierta y me dice
No te retrases
Voy a la oficina, me intento concentrar
Mi vida es como un tren remontando una colina
Por lo que me paro un día para comprender
Abandonaré mi trabajo sin sombra de duda
Para cantar el blues que sé
Que mi vida es como un tren remontando una colina
Minuto tras minuto
Segundo tras segundo
Hora tras hora
pasan a lo tonto
Trabajando para ser rica
Pero sin salir de pobre
Sin parar de preguntarme por qué”
http://es.youtube.com/watch?v=R6NU0Uu-Cgk&feature=related
(Katie Melua)
http://es.youtube.com/watch?v=Qy6buNArE-U&feature=related
(John Mayall)
StakanovDj
Hasta mañana
2 comentarios:
Érase una vez a principios de los años 60. En un lejano país llamado Inglaterra se aprobó una ley que obligaba a llevar al menos un retrovisor en las motocicletas. Una ley lógica. Los pitufines ingleses se hincharon a poner multas y la mocedad mod respondió abarrotando sus Vespas de espejos retrovisores. Era una pataleta muy mod y muy lógica también. Vuelven hoy con John Mayall estos modcetones currelas pringaos y anfetamínicos blueseros, con sus Vespas llenas de espejos. No adornaron con ellos sus italianas y baratas cabalgaduras para observar los movimientos del vehículo de atrás. Ni tampoco para mirarse ellos, a pesar de su narcisismo consciente. Era un simple e inofensivo corte de mangas. Pues de los espejos no puede uno fiarse y menos de los ambulantes de feria que no sabe uno si son cóncavos o convexos. Hagamos, camarada, un simple e inofensivo corte de mangas a los espejos, a la vida y sobre todo, a los ambulantes que van y vienen.
Muy bueno el tema, muy de mi gusto y la georgiana esta pues que parece simpática.
León Trisky. Más georgianas y menos georgianos.
Asi es. Amen
Publicar un comentario