lunes, 22 de septiembre de 2008

Eternal caravan of reincarnation

Septiembre 23, 2008
Eternal caravan of reincarnation (Rutley, Schon, Shrieve, 1972)

El punto de vista general asocia a Carlos Santana a la categoría de superguitarristas, lo que es cierto, pese a sus insistentes tópicos, que hacen de él un músico con un sonido demasiado definido y personal como para cosa buena (cuando algo suena a Santana lo reconoce hasta el gato).

Es cierto que su querencia es a la fusión de salsa y rock, y que ha concitado en torno a sí a numerosos artistas latinos, ya sean de su país (México) o de Cuba y países satélites (en lo musical) que se decía entonces en lo político. Pero no es esa la orientación que yo quería mostrar hoy, ya que tuvo también una fase progresiva -para él experimental pues no duró más que dos o tres discos- en los que se embarcó en temas conceptuales, instrumentales, abandonando la dinámica industrial de dividir el disco en singles de éxito.

El disco conceptual es precisamente un elemento que va surgiendo de norma más generalizada a partir de 1970, y consiste en un producto que es poco susceptible de dividirse en partes más pequeñas, ya por su letra (las canciones van contando poco a poco la misma historia, tenemos a Lou Reed como ejemplo señero) o por su música, que se aloja en el surco sin espacios de silencio entre canciones (este es el caso del LP Caravanserai, 1972). Este gran disco se abre con el tema de hoy, en el que el contrabajo simula el bamboleo de los camellos en el desierto, disfrazándose la guitarra del monstruo de Jalisco y su pedal wah wah de viento arenoso. Una representación sonora y conceptual de una ruta comercial que unió varios puntos de Asia.

Un LP de lo más recomendable que hay para ir poco a poco sumergiéndose en una siesta. Va por el crítico vitaminado KJMan: puedes hacerte con el disco en los circuitos habituales y si no, ya sabes, hablas con tu camello preferido.


Dedicada especialmente a D. Luis Conde de la Cruz.

http://es.youtube.com/watch?v=YJyNC6K2Adw&feature=related


StakanovDj

Hasta mañana

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Menuda paja tuareg del Santana. Ya solo con la entrada de los grillos (¿pero hay grillos en el desierto? puede ser) casi pierdo los nervios. Eso sí, mejor esto que su guitarreo salsero.

León Triski.

StakanovDJ dijo...

Si hay troskistas en seña no debe extranar lo de los grillos en tan basto/vasto territorio

Anónimo dijo...

Me uno a la dedicatoria.
Por alusiones: cítrico, vale, vitaminado, será por el peso, vale.
El caso es que no consigo oir completa la grabación, pues llevo dos días que me para a cada rato, hasta que pierdo la paciencia. Lo que oigo si que me gusta, por el esfuerzo imaginativo y la nitidez instrumental, fuera aparte los grillos, que si que resultan excesivos en el tiempo.
Esto de que supongas que me gusta lo conceptual, es mucho suponer. Ni me dejo llevar por el imperativo kantiano ni me voy por las categorías inmutables. En el dilema, me quedo con don Benjamin Constan. Ya sabes que soy un utilitarista, sobre todo si hablamos de pimplar.
Gracias por la alusión. Hasta mañana.
KJMan

StakanovDJ dijo...

Lo de las categorías inmutables se llamaron "universales" y son una plaga de la humanidad extendida por San agustín/Platon y su tropa de fascistas, normalmente adictos a la sotana, y a todas las religiones (marxismos, feminismo, y madridismo). Kant era un teórico del conocimiento y de la percepción, así como un o de los pioneros de la neurociencia (qué llevamos dentro del cerebro y qué no) lo que se llamó en su momento Teoría del conocimiento o epistemología.

Su influencia es tal que aun hoy en día se distinguen los filósofos en función de si son o no neo-kantianos. Tu, por ejemplo, y toda tu escuela, perteneceis a la escuela neo cantineriana, como yo cuando me quite de las pastillas, aunque la verdad me estoy aficionando a la sin alcohol.

El imperativo Kantiano: no hagas nadie lo que no quieras para ti ni uses a las personas como medios sino como fines es una de las pocas concesiones que el sabio de Koenigsberg de dio a la ética, y te aseguro que tu, mi buen amigo KJMan ,eres uno de los pocos que conozco que la lleva a rajatabla.

Pero, como dices evocando al gran cínico Torrente de Carabanchel, "mariconadas las justas". Dale de mi parte un abrazo a Iruretagoyena por la Iturri que ha perdido.

P.D.: ¿qué pasa? ¿que no os gustan los grillos o que?

Anónimo dijo...

Me animo a escribir para disentir de Trisky y KJman . Escuché por primera vez este disco tumbada y en los prolegómenos de un dulce sueño. Me resultó mágico, íntimo y lleno de embrujo.
Es normal que a unos urbanitas les desagrade el cantar de los grillos -o el rumor del agua,..- pero, a los que echamos de menos las noches de verano en pleno campo, este disco, con el cantar de los grillos y los sonidos de la naturaleza nos provoca una dulce morriña, no sólo de tiempos pasados, sino de la aventura, la emoción y el misterio de las noches de verano.

BERGMAN

Anónimo dijo...

Hablando de filósofos y de alcohol, ahora desde que tomo Jägermaister después de cenar me ha dado por Nietzsche, que se erigió en el primer friki de la historia al inventar el Superhombre. Abominaba del Estado, como Jiménez Losantos (siempre que no sea el franquista o el vaticano), pero tenía cierto regustillo a Jägermaister. Así que me tomo dos chupitos y, parafraseando a Woody Allen (el noi de la Gran Poma), me dan ganas de invadir Polonia. Pero a puro huevo, yo solo pagando a autónomos.
En cuanto a ti, Bergman, una cosa es escuchar los grillos en verano mientras lees a Kant en un prau y otra que vayas a escuchar una canción en el youtube (q encima me tardaba en cargar) y se pase el vídeo dos horas con la ambientación grillante. Así que no te pases.

Att
León Trisky

StakanovDJ dijo...

Pues pasa de Nietzsche, que no era nazi, ya que no le gustaban las multitudes nada (ni judías ni arias), y métete con Heiddeger, que sí era de la banda y cobró sus emolumentos de profesor de la Administración Nazi (Freiburg Universität), donde fue Rector a partir de 1933 -fecha de la toma del poder por parte de Hitler-, pronunciado en su toma de posesión su simpatía hacia el NSDAP). Vamos una cosa simétrica al discurso de Unamuno en Salamanca con Millan Astray al fondo.

En cualquier caso, lo que de veras te recomiendo es un producto nacional. Se trata de las Memorias de un Dictador, de Ernesto Jiménez Caballero, poseedor del carnet nº 5 de Falange (camisa vieja, por tanto).

En la portada de dicho libro aparece él con gesto adusto dirigiendo su dedo a una dócil secretaria. Dentro va la explicación de que el título aludía, única y exclusivamente, a su procedimiento para escribir, que consistía en dictar a su empleada toda su obra escrita.

Purgado por el Régimen (esto es, expulsado de la movida y corte del Pardo), pasó sus últimos días en el Uruguay (que se decía entonces), y es posible que sintiendo el gorgoteo sensual de los grillos mientras conciliaba sus reparadoras siestas, llenas mozos bien pertrechados de amor por la patria y flechas orientadas hacia ese horizonte donde los números cantan su canción exacta.

Ahí va cierta información complementaria

http://www.literaturas.com/v010/sec0512/memoria/memoria.htm

Para que acabes de decidirte en adquirir su obra completa te informo de que está recogida y compilada por la Fundación del Banco de Santander. Así que, no tienes excusa.

Anónimo dijo...

En las condiciones que dice Bergman uno está bien hasta sin música.
Mezger, la fiera del penal alemán del siglo pasado, también tuvo sus carguitos en la época oprobiosa de Alemania.
Lo de Heidegger también tiene bemoles. Y sostenidos.
Eso de que a Triski le guste el Jägermaister me tiene preocupado. Es malo por sí y además produce impontencia mental. Basta con pasarse por Mallorca para apreciarlo. Donde esté el pimple clásico aborigen, que se quiten esos espirituosos extraños de segunda B.
KJMan

StakanovDJ dijo...

Amado KJMan, cítrico vitaminado:

Me recuerdas a aquel tipo que, preguntado por el médico sobre si bebia mucho, contestó: "Sólo bebo dos tipos de bebidas, las extranjeras y las nacionales".

Por lo visto tu generación escogió estas últimas. No en vano sois una camada amamantada por la Autarquía.

Trisky y yo, hijos del desarrollismo y de las bases americanas, hemos tenido nuestros devaneos con los espiritosos extranjeros, y aunque apreciemos el caldo patrio, preferimos los graves licores de la Tundra y la Taiga (Jaggermeister y Vodka Zubrobka), que sirven tanto para combatir el frío intelectual de nuestra amada Cantabria, como para evocar momentos del gloria de aquellos imperios que, ya lejanos, nos contemplan con autosuficiencia viéndonos sufrir ante tipos que poniendo pie en pared y procedentes de oscuros agujeros de la intrahistoria, gobiernan nuestros destinos, cuando lo mejor hubiere sido que el destino les gobernare a ellos.

Es seguro que el tiempo tiene un subconsciente que sueña y nos sueña, y en este caso somos víctimas de una pesadilla atroz. Sólo el alcohol de 40º, tratado con mimo por descendientes de aquellos Imperios acunados por Klemens V. Metternich y Catalina la Grande, puede proporcionarnos una realidad confortable y salvadora que rompa la ligera seda que separa el narcótico sueño de la vigilia consciente.

Anónimo dijo...

Sólo después de beber un "calmante vitaminado" semejante a los que criticaba se te pueden ocurrir semejantes divagaciones.
Y el caso es que me consta que en actualidad no bebes ni espirituosos ni melancólicos.
Corolario: esos brebajes de nombre impronunciable que en su día bebiste, están ahora produciendo sus efectos, que son a corto, medio y largo plazo.
Hazte una cura de urgencia: apriétate una medida de Rivera del Duero.
Lo del tío Modes no pudo ser, pues no pude estar con el. Pégale un telefonazo.
KJMan.