Fuck the U.S.A. (The Exploited, 1982)
Ya os advertí que una semana de éstas la dedicaría al Punkie, y me he decidido por la que empieza mañana. Avisados estáis. Voy a empezar por los escoceses The exploited, canónicos en el estilo -raca raca total- y gritos acelerados. El tema es bastante actual, como lo es en Europa el ciscarse en los USA; en su momento los encantadores secuaces de Wattie Buchan se la dedicaron a sus rivales del otro lado del Atlántico, los Dead Kennedies, cuyo nombre replican de forma un tanto gamberra los navarros Lendakaris muertos, imitadores del estilo punki acelerado o -hablando con propiedad y pedantería basurera- hardcore punkie (sostenido en batería de doble bombo y me sobra un instrumento, ya que las guitarras rítmicas y el bajo van siempre en la misma nota, si es que aciertan a dar con ella, claro, lo que ocurre en los conciertos más o menos cuando llevan media canción tocada)
Bueno, alguno de los habituales habrá estado en una bronca de estas de cervezas voladoras y riego de pota en aspersión, por lo que el ciclo le traerá amables recuerdos. Pediría a los más conspicuos relaten sus experiencias en conciertos de este pelo y nos digan cómo fue la cosa; y sobre todo si se sintieron a gusto después de cagarse en todo lo que estaba a su alrededor. Yo fui a uno de los charnegos Decibelios y puedo contar alguna experiencia cuando el cantante se tiró sobre el público brazos en cruz, sin esperarse que la baska le abriría paso hasta el suelo para machacarle las costillas a patadas. Hay que añadir que era Ermua y que los Decibelios llevaban una bandera española detrás de la batería.
Bueno entonces; en una semana que va de levantar fosas (qué pensara Carrillo de todo esto, a quien desde aquí le animamos a que compre mucho suelo rústico en Paracuellos del Jarama, para por si acaso, pertrechado de unas cuantas palas), nosotros la dedicamos a destapar la maloliente y descuidada tapa de basura de la música de masas, dejando que sus efluvios nos entren hasta la última neurona de nuestro enviciado y débil cerebro, ya atocinado por soniquetes pedorros y amancebados.
Oi!.
They keep their secrets undercover
the rich don't bother about those that suffer
this ain't the land of milk and honey
cause all they want is money money money
FUCK THE USA
Nuclear bombs are fuck all new
you'd better start running when they drop on you
run into a shelter, play hide and seek
cause when you die your body reeks
("Mantienen sus secretos bajo control
A los ricos se la sopla los que sufren
Esta no es la tierra de la leche y la miel
Porque todo lo que quieren es pasta, pasta y pasta
Ya puedes ponerte a correr como te tiren una encima
Métete en un refugio y juega al escondite
Porque cuando te mueres tu cuerpo apesta")
2 comentarios:
Hablemos del punk. No puedo hablar mal del punk porque yo soy punk, es decir, no sé tocar. Me identifico con algún punk, por la cosa nihilista y sencilla, pero no con todos. No me identifico con los punks españoles. El primer punk español fue Queipo de Llano, que, con una imagen pintoresca gritaba por la radio consignas contraculturales haciendo bailar pogo a los pobres obreros sevillanos. Los siguientes punks españoles, ya en los 70-80, fueron pijos madrileños, algo simpáticos pero pijos madrileños. Los mayores punks españoles (estatales más bien) eran nacionalistas vascos lo cual es bastante desconcertante, pues salvo en el caso de Queipo, no encajan los punks nacionalistas, hasta creo que a Queipo se la sudaba su patria. Quizás en el fondo, como todos los nacionalistas vascos, se sabían españoles. Entonces sí eran punks de verdad. Creo que hasta Sabino creía ser en el fondo la esencia de España. Todo fue una pataleta que dio bastante que hablar. Los de Eskorbuto si que nadaron contra corriente, pero si se escuchan un par de entrevistas a Iosu Eskorbuto el mito se derrumba y el punk se convierte en una parida más. Otros punks españoles fueron simplemente gamberros graciosos como Siniestro Total, que empezaron imitando a Rotten vía Germán Copinni pero luego se hicieron una personalidad vía Miguel Costas. Los punks actuales españoles son bastante repelentes salvo cuatro cosas que no llegan a cuatro. Tampoco me identifico con los punks británicos por razones obvias y no digamos con los punks japoneses, que seguro que hay. Entonces… ¿con qué punks me identifico? No sé, siempre me ha gustado el nihilismo, el rock and roll (aunque sea una estafa) y las canciones cortas sin punteos, aunque poco a poco voy cambiando y he aprendido a tener de fondo a los Iron Butterfly sin volverme loco. Hasta degusté a los Yes gracias al camarada progresivo (progre agresivo) Stakanov.
El último punk se suicidó en Putney Bridge, su cuero negro llevaba el nombre de la SGAE.
Si no hay futuro es porque no os da la gana.
Qué hostias, camarada, yo no soy punk, ni pank, ni ponk… simplemente no sé tocar.
León Trisky.
En casi todo de acuerdo. Sólo alguna digresión en torno a las últimas 5 líneas.
Lo único que no he llegado a digerir de esta adorable muestra de prosa poética es el verso robado al Ramoncín, aunque gracias a Zeus lo hayas combinado con una mención a quien administra sus derechos de autor.
Y no hay que confundir el no saber tocar con la honradez en el escenario. Hay gente que sabe tocar y da el coñazo continuo sin que su lenguaje llegue a nadie (Santana, Gary Moore, etc...). de lo que se trata es de tener discurso aunque sea a base de combinar las 1000 palabras de Carlos Maurer.
Animo Trisky; la cibernética aplicada salva a un excelso letrista, pero nadie recupera a un instrumentista sin imaginación.
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